*Introducción a las lecciones 181-200:
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1. He aquí el segundo paso que damos en el proceso de liberar a tu mente de la creencia en una fuerza externa enfrentada a la tuya. Intentas ser amable y perdonar. Pero si no recibes del exterior muestras de gratitud y las debidas gracias, tus intentos se convierten en ataques. Aquel que recibe tus regalos los tiene que recibir con honor o, de lo contrario, se los quitas. Y así, consideras que los dones de Dios son, en el mejor de los casos, préstamos y, en el peor, engaños que menoscaban tus defensas para garantizar que cuando Él dé Su golpe de gracia, éste sea mortal.
2. ¡Con cuánta facilidad confunden a Dios con la culpa los que no saben lo que sus pensamientos pueden hacer! Niega tu fortaleza, y la debilidad se vuelve la salvación para ti. Considérate cautivo, y los barrotes se vuelven tu hogar. Y no abandonarás la prisión ni reivindicarás tu fortaleza mientras no creas que la culpa y la salvación son la misma cosa y no percibas que la libertad y la salvación son una, con la fortaleza a su lado, para que las busques y las reivindiques, y para que sean halladas y reconocidas plenamente.
3. El mundo no puede sino darte las gracias cuando lo liberas de tus ilusiones. Mas tú debes darte las gracias a ti mismo también, pues la liberación del mundo es sólo el reflejo de la tuya propia. Tu gratitud es todo lo que requieren tus regalos para convertirse en la ofrenda duradera de un corazón agradecido, liberado del infierno para siempre. ¿Es esto lo que quieres impedir cuando decides reclamar los regalos que diste porque no se valoraron? Eres tú quien debe valorarlos y dar las debidas gracias, pues eres tú quien los recibió.
4. No importa si otro piensa que tus regalos no tienen ningún valor. Hay una parte en su mente que se une a la tuya para darte las gracias. No importa que tus regalos parezcan haberse desperdiciado y no haber servido de nada. Se reciben allí donde se dan. Mediante tu agradecimiento son aceptados universalmente y el Propio Corazón de Dios los reconoce con gratitud. ¿Se los quitarías cuando Él los ha aceptado con tanto agradecimiento?
5. Dios bendice cada regalo que le haces, y todo regalo se le hace a Él porque sólo te los puedes hacer a ti mismo. Y lo que le pertenece a Dios no puede sino ser tuyo. Pero mientras perdones sólo para volver a atacar, jamás te darás cuenta de que Sus regalos son seguros, eternos, inalterables e ilimitados; siempre dando de sí, extendiendo amor e incrementando tu júbilo.
6. Quita los regalos que has hecho y pensarás que lo que se te ha dado a ti, se te ha quitado. Mas si aprendes a dejar que el perdón desvanezca los pecados que crees ver fuera de ti, jamás podrás pensar que los regalos de Dios son sólo préstamos a corto plazo que Él te arrebatará a la hora de tu muerte. Pues la muerte no tendrá entonces ningún significado para ti.
7. Y con el fin de esta creencia, el miedo se acaba también para siempre. Dale gracias a tu Ser por esto, pues Él sólo le está agradecido a Dios y se da las gracias a Sí Mismo por ti. Cristo aún habrá de venir a todo aquel que vive, pues no hay nadie que no viva y no se mueva en Él. Su Ser descansa seguro en Su Padre porque la Voluntad de Ambos es Una. La gratitud que Ambos sienten por todo lo que han creado es infinita, pues la gratitud sigue siendo parte del amor.
8. Gracias te sean dadas a ti, el santo Hijo de Dios, pues tal como fuiste creado, albergas dentro de tu Ser todas las cosas. Y aún eres tal como Dios te creó. No puedes atenuar la luz de tu perfección. En tu corazón se encuentra el Corazón de Dios Mismo. Él te aprecia porque tú eres Él. Eres digno de toda gratitud por razón de lo que eres.
9. Da gracias según las recibes. No abrigues ningún sentimiento de ingratitud hacia nadie que complete tu Ser. Y nadie está excluido de ese Ser. Da gracias por los incontables canales que extienden ese Ser. Todo lo que haces se le da a Él. Lo único que piensas son Sus Pensamientos, ya que compartes con Él los santos Pensamientos de Dios. Gánate ahora la gratitud que te negaste al olvidar la función que Dios te dio. Pero nunca pienses que Él ha dejado de darte las gracias a ti.
REFLEXIÓN:
Esta lección nos confronta. Siempre hablamos de paz, de amor, de tolerancia y de muchas cosas amables, pero desde un discurso de palabras que se dicen en soledad, o se comparten con otro ser humano que piensa igual que nosotros, pero cuando la vida nos enfrenta con la realidad cotidiana y tenemos que interactuar con personas conflictivas, difíciles, etc., es entonces cuando podemos saber si la lección nos quedó bien aprendida. Creo que es como si Dios nos dijera:
“Querido Hijo (a), veo que te queda claro todo, tienes una mente receptiva y ágil, has aprendido todas las lecciones, entonces vamos a hacer la maestría interactuando con tus hermanos…”.
Y es ahí cuando cada uno puede decir si está aprobando las asignaturas o va perdiendo el año… ¿Y qué pasa si nos vemos a nosotros mismos decepcionados porque no pudimos tolerar la ingratitud de ese hermano que llamamos “renegado”?
Entonces tenemos que respirar profundo y decidir si seguimos este camino sin importar los baches o piedras de tropiezo que se pongan frente a nosotros, o nos damos por vencidos y tomamos el camino de la deserción. Y este último lo he visto, y tristemente las personas que abandonan prefieren decir que es mentira que debemos amar a nuestro “enemigo”, que no debemos tolerar personas “tóxicas”, y que esta enseñanza es para gente que se cree superior. Esto lo he escuchado en algunos videos de Youtube, por parte de personas que han abandonado UCDM, porque les sucedió lo que nos dicen hoy:
“Intentas ser amable y perdonar. Pero si no recibes del exterior muestras de gratitud y las debidas gracias, tus intentos se convierten en ataques. Aquel que recibe tus regalos los tiene que recibir con honor o, de lo contrario, se los quitas. Y así, consideras que los dones de Dios son, en el mejor de los casos, préstamos y, en el peor, engaños que menoscaban tus defensas para garantizar que cuando Él dé Su golpe de gracia, éste sea mortal”.
Y ¿por qué hoy precisamente esta idea llamó mi atención? Porque lo estoy viviendo, porque la vida me está confrontando con un hermano que precisamente pone a prueba todo lo que he aprendido hasta el momento, y entonces recuerdo que el modelo de las enseñanzas de UCDM, es Jesús, ya que Él vino a este mundo a dar ejemplo de amor, benevolencia, tolerancia, y de todo lo bueno que un ser humano pueda tener. Y a cambio recibió desprecio, insultos, intolerancia, y violencia hasta la muerte, pero Él jamás esperó que recibieran sus regalos con honor, y por lo tanto no se los quitó a nadie, hasta el punto de que la primera frase que dijo, soportando los dolores de la Cruz, fue:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lucas 23:34a)
Ya nos habían dicho que el camino que conduce a nuestro hogar no es precisamente el más fácil, es el camino de la puerta estrecha del que habla Jesús, y precisamente debemos tener presente que no es con nuestra fuerza que podemos superar los obstáculos, sino con la Gracia que proviene del Hijo de Dios, que es el modelo perfecto a seguir, pues nos mostró con su propia vida, cómo poder regresar a nuestro hogar después de haber cumplido nuestra misión y propósito en esta tierra.
¡Que sea nuestro compromiso y la Gracia de Dios, lo que nos mantenga firmes para no desertar!
ORACIÓN:
Padre, ilumínanos con la Claridad de Tu Cristo, para que podamos superar los obstáculos que se nos presentan en este hermoso y arduo camino de sanar nuestra mente. Amén.
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