1. Aunque eres un solo Ser, te experimentas a ti mismo como si fueras dos: uno bueno y otro malo, uno lleno de amor y otro lleno de odio, uno que es mente y otro que es cuerpo. Esta sensación de estar dividido en dos seres opuestos da lugar a un constante y agudo conflicto, y conduce a desesperados intentos de reconciliar los aspectos contradictorios de esa auto-percepción. Has buscado muchas de estas soluciones reconciliadoras, pero ninguna te ha dado resultado. Los opuestos que percibes en ti jamás serán compatibles. Tan sólo uno de ellos existe.
2. Si has de salvarte, tienes que aceptar el hecho de que por mucho que lo intentes, la verdad y lo ilusorio no pueden reconciliarse, independientemente de los medios que utilices o de dónde percibas el problema. Hasta que no aceptes esto, irás en pos de un sinnúmero de metas irrealizables, desperdiciarás el tiempo, tus esfuerzos serán en vano, fluctuarás entre la esperanza y la duda, y cada intento será tan fútil como el anterior y tan inútil como sin duda alguna será el siguiente.
3. Los problemas que no tienen sentido no pueden resolverse dentro del marco en el que se plantean Dos seres en conflicto supone una condición que no se puede resolver, y no puede haber tampoco un punto de encuentro entre el bien y el mal. El ser que tú fabricaste jamás podrá ser tu Ser, ni tampoco puede tu Ser dividirse en dos y seguir siendo lo que es y lo que no puede sino ser eternamente. Una mente y un cuerpo no pueden coexistir. No trates de reconciliarlos, pues cada uno niega que el otro sea real. Si eres lo físico, tu mente desaparece del concepto que tienes de ti mismo, pues no tiene un lugar en el que realmente pueda formar parte de ti. Si eres Espíritu, el cuerpo es entonces el que no tiene ningún sentido en tu realidad.
4. La mente es el medio del que el Espíritu se vale para expresarse a Sí Mismo. Y la mente que sirve al Espíritu está en paz y llena de júbilo. Deriva su poder del Espíritu y desempeña gustosamente su función aquí. Por otro lado, la mente puede también verse a sí misma como divorciada del Espíritu, y percibirse como dentro de un cuerpo al que confunde consigo misma. Sin su función, pues, no tiene paz, y la felicidad se vuelve algo ajeno a su pensamiento.
5. Mas una mente separada del Espíritu no puede pensar. Ha negado la Fuente de su fortaleza, y se considera a sí misma desvalida, limitada y débil. Disociada ahora de su función, cree estar sola y separada, atacada por ejércitos que se organizan en su contra, y que se ocultan en la frágil estructura del cuerpo. Ahora tiene que reconciliar lo que es diferente con lo que es lo mismo, pues para eso es para lo que cree que es.
6. No pierdas más tiempo en esto. ¿Quién puede resolver los insensatos conflictos que presenta un sueño? ¿Qué significado podría tener su resolución? ¿Qué objeto tendría? ¿De qué serviría? La salvación no puede hacer que las ilusiones sean reales ni tampoco resolver un problema que no existe. Tal vez albergas la esperanza de que puede. Mas ¿querrías que el plan de Dios para la liberación de Su amado Hijo le causara dolor y no lograra liberarlo?
7. Tu Ser aún conserva Sus pensamientos, los cuales permanecen dentro de tu mente y en la Mente de Dios. El Espíritu Santo conserva la salvación en tu mente y le ofrece el camino que conduce a la paz. La salvación es un pensamiento que compartes con Dios porque Su Voz lo aceptó por ti y respondió en tu Nombre que se había consumado. De esta manera, la salvación está salvaguardada entre los pensamientos que tu Ser aprecia y abriga por ti con amor.
8. Hoy intentaremos localizar este pensamiento, cuya presencia en tu mente está garantizada por Aquel que te habla desde tu único Ser. Nuestras prácticas de cinco minutos cada hora estarán dedicadas a buscar este Ser en tu mente. La salvación procede de Él a través de Aquel que es el puente entre tu mente y Él. Espera pacientemente y deja que te hable acerca de tu Ser y de lo que tu mente puede hacer una vez que haya sido restituida a Éste y se encuentre libre para servir Su Voluntad.
9. Comienza diciendo lo siguiente:
La salvación procede de mi único Ser. Sus pensamientos están a mi disposición.
Luego busca Sus pensamientos y reclámalos como tuyos. Son tus pensamientos reales, los cuales has negado mientras dejabas que tu mente vagara por un mundo de sueños en busca de ilusiones que los substituyesen. He aquí tus pensamientos, los únicos que tienes. La salvación se halla entre ellos. Encuéntrala allí.
10. Si tienes éxito, los pensamientos que se te ocurran te dirán que te has salvado y que tu mente ha encontrado la función que procuró perder. Tu Ser le dará la bienvenida y la colmará de paz. Una vez que su fortaleza haya sido restaurada, tu mente podrá fluir de nuevo desde su espíritu al espíritu de todas las cosas creadas por el Espíritu a semejanza de Sí Mismo. Tu mente bendecirá todas las cosas. Una vez que la confusión haya cesado, quedarás restaurado, pues habrás hallado tu Ser.
11. Tu Ser sabe que hoy no puedes fracasar. Tal vez tu mente siga dudándolo por un rato, pero no te dejes desanimar por ello. Tu Ser conservará para ti la dicha que experimenta, y gozarás de ella con plena conciencia. Cada vez que dedicas cinco minutos de cada hora a buscar a Aquel que une a tu mente con tu Ser, le ofreces un tesoro adicional para que lo salvaguarde para ti.
12. Cada vez que le dices hoy a tu agitada mente que tu salvación procede de tu único Ser, añades otro tesoro más a tu creciente almacén. Y éste se le da en su totalidad a todo aquel que lo pida y acepte el regalo. Piensa, pues, ¡cuánto se te está dando este día para que lo des, de manera que se te pueda dar a ti!
REFLEXIÓN:
Nos dicen que tenemos la sensación de estar divididos, pero lo peor de todo es que por mucho tiempo ni siquiera nos dimos cuenta de eso. Es decir, simplemente nos sentíamos raros, extraños, inconformes, como si no perteneciéramos a este lugar, como si ya no quisiéramos estar más aquí, como si nada tuviera sentido, y hasta el miedo nos agobiaba porque escuchábamos (y seguimos escuchando) que había personas que no lo soportaban y tomaban la decisión de irse por su propia voluntad. Pero hasta ahí no acababa el horror, porque luego nos decían que esas personas habían perdido el Cielo y ahora iban a estar en un lugar muy oscuro y solitario para “pagar” por lo que habían hecho, pues además de vivir, aquí en la tierra, una vida sufriente y miserable, ahora tenían que estar purgando la osadía de haberse ido por sus propios medios, y su alma ya no era digna de la misericordia de Dios. Me horroricé la primera vez que escuché esto, era aún muy niña para comprenderlo, pero muy dentro de mí algo me decía que un Dios tan amoroso y misericordioso jamás iba a mandar al “infierno” a un ser que en esta tierra no había podido ser feliz. Y me repetía a mí misma la siguiente idea, porque lo que pensaba no lo podía expresar a los adultos que ya tenían claro lo que iba a suceder con ese hermano que se había quitado la vida: “Seguramente Dios les tiene preparado un lugar donde los va a sanar, les va a dar el amor que no pudieron experimentar en este mundo…”. Nunca he querido creer que nuestro Padre, que es pura misericordia, tenga algo oscuro que ofrecernos, todo lo contrario.
En todo caso, cuando nos dicen: “te experimentas a ti mismo como si fueras dos”, caemos en cuenta de que nos parecía normal vivir así. Y ahora también cobran sentido esos diagnósticos sobre las enfermedades mentales en donde a la persona le dicen que es “bipolar”, o que tiene dos personalidades, etc. Siempre he pensado que lo que el ser humano desconoce lo va “etiquetando” con diferentes nombres para poder justificar su desconocimiento, y especialmente se le da crédito cuando quien etiqueta es un “profesional de la salud”, un científico, un intelectual, etc. Así que es esperanzador escuchar: “eres un solo ser”, porque nos confirma que nuestras dualidades son producto de la separación mente/espíritu, y que la solución es aceptar que el Espíritu se expresa por medio de la mente y eso es lo que le otorga a la mente paz y júbilo. Cuando Jesús nos promete enviar al Espíritu Santo nos estaba otorgando el regalo de la paz. UCDM, lo expresa de la siguiente manera: “El Espíritu Santo conserva la salvación en tu mente y le ofrece el camino que conduce a la Paz”. Insisto en que siendo como niños, las prácticas que nos piden cada día darán sus frutos, porque nuestra mente racional siempre está tratando de analizarlo todo, buscando justificaciones y argumentos para que creamos que no tiene sentido lo que el Espíritu Santo nos quiere ofrecer.
ORACIÓN:
Padre, que tome conciencia de cuántas bendiciones se me están dando en este día, porque de todo corazón las quiero dar, para que ellas puedan retornar a mí. Amén.
Muchas Gracias
ResponderBorrarQué las bendiciones que otorgas retornen a Ti.
BorrarAsí es. Todos Somos Uno. Paz y Amor.
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