1. Padre, yo no me creé a mí mismo, aunque en mi demencia creí que así había sido. No obstante, en cuanto que Pensamiento Tuyo, no he abandonado mi Fuente y sigo siendo parte de Aquel que me creó. Tu Hijo, Padre mío, Te llama hoy. Que recuerde que Tú me creaste. Que recuerde mi Identidad. Y que deje que mi impecabilidad vuelva a alzarse ante la visión de Cristo, a través de la cual deseo hoy contemplar a mis hermanos y contemplarme a mí mismo.
2. Ahora recordamos nuestra Fuente y en Ella encontramos por fin nuestra verdadera identidad. Somos en verdad santos porque nuestra Fuente no conoce el pecado. Y nosotros que somos Sus Hijos, somos semejantes los unos a los otros y semejantes a Él.
ORACIÓN:
Impecable soy como el Santo Cristo
y a través de su Claridad
contemplo a mis hermanos
para ver su luz y no su oscuridad.
Y contemplo a mis hermanos
tal como los veo,
y en su impecabilidad
está la mía.
Padre, acepto que
Tú eres mi Fuente,
y mi santidad
se manifiesta
cuando recuerdo
de dónde provengo.
Hoy recuerdo
que Dios me creó.
¡Amén!
Lecturas complementarias:
Segunda parte: Introducción:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html
¿Qué es el pecado?:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/4-que-es-el-pecado.html