1. Tu Paz me rodea, Padre. Dondequiera que voy, Tu Paz me acompaña y derrama Su luz sobre todo aquel con quien me encuentro. Se la llevo al que está desolado, al que se siente solo y al que tiene miedo. Se la ofrezco a los que sufren, a los que se lamentan de una pérdida, así como a los que creen ser infelices y haber perdido toda esperanza. Envíamelos, Padre. Que sea el portador de Tu Paz, pues quiero salvar a Tu Hijo tal como dispone Tu Voluntad para poder llegar a reconocer mi Ser.
2. Y así caminamos en paz, transmitiendo al mundo entero el mensaje que hemos recibido. Y de esta manera oímos por fin la Voz que habla por Dios, la cual nos habla según nosotros predicamos la Palabra de Dios, Cuyo Amor reconocemos, puesto que compartimos con todos la Palabra que Él nos dio.
REFLEXIÓN:
La “Paz” que recibimos del Padre, es para compartirla con nuestros hermanos. No hay paz sin benevolencia, y mucho menos en soledad. La “Paz” que compartimos nos permite reconocer nuestro “Ser”, y de esa manera “oímos por fin la Voz que habla por Dios”.
Que la “Paz” que nos permite estar a salvo, también se impregne en nuestros hermanos dolientes, para que de esa manera estemos en Comunión.
¡Qué así sea!
Lecturas complementarias:
Segunda parte: Introducción:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html
¿Qué es el mundo?:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/3-que-es-el-mundo.html


Muchas Gracias
ResponderBorrar¡Un abrazo, querido Hijo de Dios!
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