1. Padre, la verdad me pertenece. Mi hogar se estableció en el Cielo mediante Tu Voluntad y la mía. ¿Podrían contentarme los sueños? ¿Podrían brindarme felicidad las ilusiones? ¿Qué otra cosa sino Tu recuerdo podría satisfacer a Tu Hijo? No me contentaré con menos de lo que Tú me has dado. Tu Amor, por siempre dulce y sereno, me rodea y me mantiene a salvo eternamente. El Hijo de Dios no puede sino ser tal como Tú lo creaste.
2. Hoy pasamos de largo las ilusiones. Y si oímos a la tentación llamarnos, incitándonos a que nos quedemos y a que sigamos entreteniéndonos con un sueño, nos haremos a un lado y nos preguntaremos si nosotros, los Hijos de Dios, podríamos contentarnos con sueños cuando podemos elegir el Cielo con la misma facilidad que el infierno. Y el amor reemplazará gustosamente todo temor.
REFLEXIÓN:
El “Cielo”, nuestro hogar, reemplaza a los sueños, así como el amor al temor. El recuerdo de nuestro Padre nos hace buscarlo aún sin saberlo. Transitamos por este mundo, casi dormidos, ignorando nuestra grandeza, pero ya es tiempo de despertar de los sueños de muerte, para reemplazarlos por la “verdad” que nos pertenece, porque la misma Verdad nos creó. Las ilusiones no satisfacen al “Hijo de Dios” porque está hecho de Amor, y el Amor es la única Verdad.
ORACIÓN:
Padre, Tu recuerdo es el motor que mantiene encendido el anhelo de continuar hasta encontrar el camino que me lleve de regreso a mi Hogar. No me satisfacen las ilusiones porque me han causado sufrimiento. Mas sé que en el Cielo de mi mente santa, yace Cristo esperando que yo me decida a mirarlo. Que Tu Gracia me ayude a perseverar en este camino de regreso al Amor. Amén.
Lecturas complementarias:
Segunda parte: Introducción:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html
¿Qué es el Cristo?:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/6-que-es-el-cristo.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario