1. Lo que me rodea es toda la vida que Dios creó en Su Amor. Me llama con cada latido y con cada aliento; con cada acción y con cada pensamiento. La paz llena mi corazón e inunda mi cuerpo con el propósito del perdón. Ahora mi mente ha sanado y se me concede todo lo que necesito para salvar al mundo. Cada latido de mi corazón me inunda de paz; cada aliento me infunde fuerza. Soy un mensajero de Dios, guiado por Su Voz, sostenido por Su Amor y amparado eternamente en la quietud y en la paz de Sus amorosos Brazos. Cada latido de mi corazón invoca Su Nombre y cada uno es contestado por Su Voz, que me asegura que en Él estoy en mi hogar.
2. Que preste atención sólo a Tu Respuesta, no a la mía. Padre, mi corazón late en la paz que el Corazón del Amor creó. Y es ahí y sólo ahí donde estoy en mi hogar.
REFLEXIÓN:
Hoy es “presente”. Hoy debo prestar atención a las respuestas de Dios y no a las mías. Las mías son producto de mi desespero y por eso es que vienen los aprendizajes, que solía llamar errores, pero ya sé que no lo son. Todo es un aprendizaje, y así seguirá siendo hasta que en verdad prestemos atención a la Voz de Dios, que habla en el silencio de nuestro corazón cuando nuestros ojos están cerrados al mundo y abiertos a la Verdad.
ORACIÓN:
Padre, me rodea tu bondad.
Oigo Tu Voz en mis latidos,
en el aliento de cada respiración
y en cada pensamiento.
Tu paz se inserta en mi realidad
y alumbra mis angustias y odios
con la luz del perdón.
Día tras día mi mente sana
y recibo los dones que necesito
para “salvar al mundo”.
Soy tu mensajero,
tu santo hijo:
guiado por Tu Voz,
sostenido por Tu Amor
y amparado por Tu Gracia.
¡Mi corazón late en Tu Paz!
Amén.
Lecturas complementarias:
Segunda parte: Introducción:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html
¿Qué es el cuerpo?:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/5-que-es-el-cuerpo.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario