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lunes, 3 de noviembre de 2025

LECCIÓN 307: Abrigar deseos conflictivos no puede ser mi voluntad.



1. Padre, Tu Voluntad es la mía y nada más lo es. No hay otra voluntad que yo pueda tener. Que no trate de forjar una, pues sería absurdo y únicamente me haría sufrir. Sólo Tu Voluntad me puede hacer feliz y sólo Tu Voluntad existe. Si he de tener aquello que sólo Tú puedes dar, debo aceptar lo que Tu Voluntad dispone para mí y alcanzar una paz en la que el conflicto es imposible, Tu Hijo es uno Contigo en ser y en voluntad y nada contradice la santa verdad de que aún soy tal como Tú me creaste.


2. Y con esta plegaria nos sumergimos silenciosamente en un estado en el que el conflicto es imposible, pues hemos unido nuestra santa voluntad a la de Dios, en reconocimiento de que son una y la misma.


REFLEXIÓN:


Se podría decir que la mayoría de personas no se atreven a pedir que se haga la  Voluntad de Dios porque creen que van a recibir todo lo contrario de lo que desean.  Hay un miedo muy profundo y una creencia de que no puede ser posible que Dios nos conceda lo que tanto anhelamos. Y puede ser cierto si tomamos conciencia de que la mayoría de las veces estamos anhelando cosas mundanas, cosas que nos tienen alienados y que nos parece que si no las tenemos somos carentes. Todas esas cosas casi siempre tienen que ver con el mundo material, y muy pocas veces con nuestro mundo emocional y espiritual. 


No es fácil decir “sí” a la Voluntad de Dios, pero nosotros, los estudiantes de UCDM, estamos siendo guiados, y si hemos llegados hasta aquí, ya sabemos que la Voluntad de Dios es la nuestra, y que nada malo nos puede suceder cuando soltamos el miedo y simplemente confiamos y nos ponemos en manos de nuestro Padre Creador.  


Y hacer la Voluntad de Dios también es un don que se recibe: unos desde siempre, otros después de un proceso de estudio y comprensión, y algunos otros, por una experiencia extraordinaria que los lleva a confiar plenamente en Dios.


ORACIÓN:


Padre, no es mi voluntad abrigar deseos conflictivos, es más bien el miedo a la pérdida y al dolor, pero hoy sé que  “Tu Voluntad es la mía”, y con esa certeza y confianza me pongo en Tus manos para que Tus designios se hagan en mí. Amén.



Lecturas  complementarias:


SEGUNDA PARTE: Introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html


2. ¿Qué es el Segundo Advenimiento?

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/9-que-es-el-segundo-advenimiento.html


2 comentarios:

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