1. Quiero pasar este día Contigo, Padre mío, tal como Tú has dispuesto que deben ser todos mis días. Y lo que he de experimentar no tiene nada que ver con el tiempo. El júbilo que me invade no se puede medir en días u horas, pues le llega a Tu Hijo desde el Cielo. Este día será el dulce recordatorio que me haces para que Te recuerde; la afable llamada que le haces a Tu santo Hijo; la señal de que se me ha concedido Tu Gracia y de que es Tu Voluntad que yo me libere hoy.
2. Este día lo pasaremos juntos tú y yo. Y todo el mundo unirá sus voces a nuestro canto de gratitud y alegría hacia Aquel que nos brindó la salvación y nos liberó. Nuestra paz y nuestra santidad nos son restituidas. Hoy el miedo no tiene cabida en nosotros, pues hemos dado la bienvenida al amor en nuestros corazones.
REFLEXIÓN:
Este día y cada día tenemos que vivirlo como si no existiera nada más, como si fuera un instante eterno en el que lo único que tenemos que hacer es estar con Dios. Si Él es nuestra fuerza, sólo eso necesitamos para transitar cada día sin miedo. Hace poco escuché que alguien dijo: “Si hubiera…”. Y sus palabras tenían un matiz de tristeza. Pero el hubiera no existe porque es una proyección del pasado. Y no sólo no existe, sino que cuando decimos “hubiera”, nos hacemos daño porque es una forma de negar la perfección del presente, de negar que todo lo que hicimos tuvo sentido y que nada estuvo fuera de lugar, y es una forma de agregar más dolor a nuestra vida. Todo lo que “encierra” esa palabra se convierte en suposiciones que nos causan frustración y nos roban la paz.
Por eso la lección de hoy es tan importante: Es un llamado a vivir en el ahora, sin miedo y ondeando la bandera del amor. Quizás alguna vez hemos pensado que es muy fácil comprenderlo, pero muy difícil realizarlo. Pero la forma de hacerlo es empezar ya, hoy, en este instante, sin importar lo que pasó el segundo antes, o lo que puede suceder un segundo después. Es algo así como cuando un niño empieza a caminar: está gateando y de repente da sus primeros pasos, y si se cae, no da la vuelta para iniciar de nuevo, simplemente se levanta y sigue, y un día cualquiera lo vemos correr, y ya jamás volverá a gatear. Quizás así mismo debemos empezar a vivir en el ahora, sin miedo, porque además tenemos la certeza de que nuestro Padre nos ha concedido Su Gracia, y nuestros pasos están guiados por Su Voluntad, que no es otra que nos liberemos.
ORACIÓN:
Padre, acepto pasar “este día sin miedo y lleno de amor”, porque sé que Tu Gracia me cobija. No es fácil pues me agobia el peso del pasado, y la incertidumbre del futuro, pero confío en tu guía y bondad, y con esa certeza me dispongo a hacer Tu Voluntad. Amén.
Lecturas complementarias:
SEGUNDA PARTE: Introducción:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html
2. ¿Qué es el Segundo Advenimiento?
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/9-que-es-el-segundo-advenimiento.html


Muchas Graciassssssssssss
ResponderBorrar¡Gracia y Paz!
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