Powered By Blogger

viernes, 14 de noviembre de 2025

LECCIÓN 318: Soy el medio para la salvación, así como su fin.




1. En mí—el santo Hijo de Dios—se reconcilian todos los aspectos del plan celestial para la salvación del mundo. ¿Qué podría estar en conflicto, cuando todos los aspectos comparten un mismo propósito y una misma meta? ¿Cómo podría haber un solo aspecto que estuviese separado o que tuviera mayor o menor importancia que los demás? Soy el medio por el que el Hijo de Dios se salva porque el propósito de la salvación es encontrar la impecabilidad que Dios ubicó en mí. Fui creado como Aquello tras lo cual ando en pos. Soy el objetivo que el mundo anda buscando. Soy el Hijo de Dios, Su único y eterno amor. Soy el medio para la salvación, así como su fin.


2. Que asuma hoy, Padre mío, el papel que me ofreces al pedirme que acepte la Expiación para mí mismo. Pues lo que de este modo se reconcilia en mí se reconcilia igualmente en Ti.


REFLEXIÓN:


Yo, tú, él… Todos somos “el objetivo que el mundo anda buscando.”, “el Hijo de Dios, Su único y eterno amor.”, “el medio para la salvación, así como su fin.”.  Individualmente no se cumple el plan para la salvación, porque no depende sólo de mí, sino también de mi hermano: si él no se salva, yo  tampoco. Y él, desde su individualidad, tampoco puede hacer nada, porque también depende de otro ser. Somos uno,  no hay separación, y eso es lo que debemos comprender, aceptar e integrar, para poder ser el medio y el fin para la que se cumpla en plan de Dios para la salvación.


ORACIÓN:


Padre, acepto y asumo “el papel que me ofreces al pedirme que acepte la Expiación para mí mismo.”. Si “Soy el objetivo que el mundo anda buscando”, heme aquí con el corazón dispuesto para que se haga Tu Voluntad en mí. Amén.



Lecturas complementarias:


SEGUNDA PARTE: Introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html


2. ¿Qué es el Juicio Final?

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/10-que-es-el-juicio-final.html


2 comentarios:

LECCIÓN 348: Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu Gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba.

1. Padre, que recuerde que Tú estás aquí y que no estoy solo, pues estoy rodeado de un Amor imperecedero. No hay razón para nada, excepto p...

Lo más visto