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viernes, 21 de noviembre de 2025

LECCIÓN 325: Todas las cosas que creo ver son reflejos de ideas.



1. Ésta es la clave de la salvación: lo que veo es el reflejo de un proceso mental que comienza con una idea de lo que quiero. A partir de ahí, la mente forja una imagen de eso que desea, lo juzga valioso y, por lo tanto, procura encontrarlo. Estas imágenes se proyectan luego al exterior, donde se contemplan, se consideran reales y se defienden como algo propio de uno. De deseos dementes emerge un mundo demente, y de juicios, un mundo condenado. De pensamientos de perdón, en cambio, surge un mundo apacible y misericordioso para con el santo Hijo de Dios, cuyo propósito es ofrecerle un dulce hogar en el que descansar por un tiempo antes de proseguir su jornada, y donde él puede ayudar a sus hermanos a seguir adelante con él y a encontrar el camino que conduce al Cielo y a Dios.


2. Padre nuestro, Tus Ideas reflejan la verdad, mientras que las mías separadas de las Tuyas, tan sólo dan lugar a sueños. Que contemple sólo lo que las Tuyas reflejan, pues las Tuyas y sólo las Tuyas son las únicas que establecen la verdad.


REFLEXIÓN:


Leyendo esta lección creo entender por qué Jesús insistía tanto en no juzgar:


“No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.”. (Mateo 7: 1-2)


Juzgamos porque vemos o escuchamos algo, y creamos una imagen o una idea que para nosotros es real, y la defendemos como propia. De ahí nacen los “deseos dementes”, y “un mundo condenado”. Y las palabras de Jesús cobran sentido ahora que sabemos que “todos somos uno”, y lo que pienso o digo de mi hermano, lo estoy pensando y diciendo de mí mismo. Sus palabras no pretendían de nosotros la bondad, sino más bien salvarnos de nuestro propio yugo, de nuestra propia ira, de nuestra propia insatisfacción. Es igual que el perdón: es un regalo que recibo cuando lo otorgo, y me permite vivir en un “mundo apacible y misericordioso”, junto con mis hermanos. 


Que hoy nuestro Padre, nos otorgue la gracia de contemplar la verdad a través de Sus Ideas, para que nuestros vanos sueños no nos alejen del “camino que conduce al Cielo” y a la Salvación.  Amén.



Lecturas complementarias: 


SEGUNDA PARTE: Introducción 

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html


2. ¿Qué es la Creación?

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/11-que-es-la-creacion.html


2 comentarios:

LECCIÓN 348: Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu Gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba.

1. Padre, que recuerde que Tú estás aquí y que no estoy solo, pues estoy rodeado de un Amor imperecedero. No hay razón para nada, excepto p...

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