1. La idea de hoy expresa algo más fuerte que una simple resolución. Le da prioridad a la visión por encima de todos tus demás deseos. Quizá te sientas indeciso con respecto a si usar esta idea o no, debido a que no estás seguro de si eso es lo que realmente quieres. Eso no importa. El propósito de los ejercicios de hoy es aproximar un poco más el momento en que esta idea sea completamente verdadera para ti.
2. Puede que sientas una gran tentación de creer que se te está pidiendo algún tipo de sacrificio cuando dices que por encima de todo quieres ver. Si te sientes incómodo por la falta de reserva que esta idea entraña, añade:
La visión no le cuesta nada a nadie.
Si el temor a perder algo aún persiste, di además:
Tan sólo puede bendecir.
3. Necesitas repetir la idea de hoy muchas veces para obtener el máximo beneficio. Se debe repetir por lo menos cada media hora, e incluso más si es posible. Puedes intentarlo cada quince o veinte minutos. Se recomienda que al despertarte o poco después establezcas un horario fijo para repetir la idea de hoy, y que trates de adherirte a él durante todo el día. No te será difícil hacerlo aun si estás conversando u ocupado en otra cosa cuando llegue el momento de repetirla. Siempre se puede repetir una frase corta silenciosamente sin que ello interfiera en nada.
4. Lo que realmente importa es: ¿con qué frecuencia te vas a acordar? ¿Hasta qué punto quieres que esa idea sea verdad? Si contestas una de estas preguntas habrás contestado la otra. Probablemente te saltarás algunas prácticas o tal vez muchas. No dejes que eso te perturbe, pero sí trata de adherirte al horario establecido de ahí en adelante. Si sientes que una sola vez durante todo el día fuiste completamente sincero al repetir la idea de hoy, puedes estar seguro de que con ello te habrás ahorrado muchos años de esfuerzo.
REFLEXIÓN:
Cuando pronunciamos la frase de hoy, sin reservas, estamos dando un “Sí” cargado de fe. Eso experimenté cuando llegué a esta lección. Nuestra mente debe estar libre de ideas preconcebidas ya que simplemente estamos abriendo una puerta para que entre la luz de la verdad. Y esta frase se la estamos diciendo a nuestro Padre, así que todo lo "veamos" a partir de haberla pronunciado nos permitirá acercarnos a ese instante en que las dudas ya no estén presentes porque quien nos da la visión es la Verdad misma. Además, no sabemos ni imaginamos qué es lo que vamos a "ver", y por eso tener expectativas no ayuda, porque cuando esperamos algo estamos creando falsas imágenes de lo que deseamos ver, y eso nos distrae de lo verdadero. Muy seguramente, cada quien verá solamente lo que necesita ver, porque aunque tenemos la misma meta, nuestro sendero no será el mismo, y caminaremos en tiempos diferentes y con diferentes experiencias y aprendizajes por superar. Tampoco debemos afanarnos por acelerar el proceso, porque eso nos podría desviar del camino correcto. Así que por ahora lo más importante es dar un sí rotundo a nuestras ganas de “ver”, y para eso tenemos que perseverar con las lecciones de cada día y sus correspondientes ejercicios.
ORACIÓN:
Padre, una venda invisible ha nublado mis ojos y me ha impedido distinguir entre lo falso y lo real. Hoy he tomado la firme resolución de dejarme guiar sin ningún tipo de expectativa, sino sólo con la seguridad de que siendo Tú mi guía, nada malo me puede pasar, y porque “por encima de todo quiero ver.”. Amén.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario