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miércoles, 3 de septiembre de 2025

LECCIÓN 246: Amar a mi Padre es amar a Su Hijo



1. Que no piense que puedo encontrar el camino a Dios si abrigo odio en mi corazón. Que no piense que puedo conocer a mi Padre o a mi Ser si trato de hacerle daño al Hijo de Dios. Que no piense que si dejo de reconocerme a mí mismo voy a poder seguir creyendo que mi conciencia puede abarcar lo que mi Padre es o mi mente concebir todo el amor que me profesa y el que yo le profeso a Él.


2. Aceptaré seguir el camino que Tú elijas para que yo venga a Ti, Padre mío. Y no podré por menos que triunfar porque así lo dispone Tu Voluntad. Y reconoceré que lo que Tu Voluntad dispone y sólo eso, es lo que la mía dispone también. Por lo tanto, elijo amar a Tu Hijo. Amén.


REFLEXIÓN:


No nos salvamos solos.  No hay salvación sin amor al prójimo porque amarlo es una certeza de que en verdad amamos a Dios. No podemos amar a Dios albergando odio en el corazón. Y no basta el esfuerzo de no pronunciar vanas palabras en contra de nuestro hermano,   porque si nuestra mente a cambio tiene conversaciones agresoras, entonces no es posible que yo pueda amar a Dios. 


Y aunque es tan sencillo  de entender, y tan difícil de realizar, no significa que no podamos alcanzar el estado de inocencia para no juzgar, y poder amar genuinamente al Hijo y al Padre a la vez.


ORACIÓN:


Padre, Tú eliges el camino y yo te sigo porque no hay otra voluntad que la Tuya. Si por el camino  tropiezo con dificultades y las vanas ilusiones me desvían de mi meta, que Tu Luz me muestre nuevamente el sendero para ir a Tu encuentro. Amén.



2 comentarios:

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