1. El miedo ya se acabó porque su fuente ha desaparecido y, junto con ella, todos sus pensamientos desaparecieron también. El amor sigue siendo el único estado presente, cuya Fuente está aquí por siempre y para siempre. ¿Cómo iba a parecerme el mundo claro y diáfano, seguro y acogedor, cuando todos mis errores pasados lo oprimen y me muestran manifestaciones distorsionadas de miedo? Mas en el presente el amor es obvio y sus efectos evidentes. El mundo entero resplandece en el reflejo de su santa luz y por fin percibo un mundo perdonado.
2. Padre, que Tu santo mundo no me pase desapercibido hoy ni que mis oídos sean sordos a todos los himnos de gratitud que el mundo entona bajo los sonidos del miedo. Hay un mundo real que el presente mantiene a salvo de todos los errores del pasado. Y éste es el único mundo que quiero tener ante mis ojos hoy.
REFLEXIÓN:
No es posible ver el mundo claro y diáfano del que nos hablan hoy cuando nuestra mente se ocupa del pasado. El pasado nos roba el presente y la dicha de vivir en un mundo perdonado por el amor. Estamos en un proceso de sanar nuestra mente, y para lograrlo debemos ejercitar, salir de la inercia, olvidarnos del pasado y ocuparnos del presente. Sea cual sea la situación que estemos viviendo, sólo ocupándonos de lo que nos muestra cada instante, aparecerán las soluciones, llegarán las ayudas, ocurrirán las sincronicidades, y podremos percibir el “santo mundo” donde habita Dios. Ese “santo mundo” sólo ocurre en el presente, en el ahora, y volver al pasado es cerrar la puerta que se abre cuando nuestra mente está presente. No hay más que hacer, no tenemos que inventar nada, sólo dejarnos llevar por el amor de Dios que se manifiesta a través de la presencia del Espíritu Santo, que está ahí para guiarnos cuando más perdidos nos sentimos. En una lección nos sugerían cerrar los ojos y escuchar en el silencio la voz de Dios. ¿Y por qué cerrar los ojos? Porque cuando cerramos los ojos físicos se van las distracciones, se despiertan los ojos del espíritu y es ahí cuando las respuestas aparecen. Y en ese instante ajeno al pasado nada malo nos puede suceder. La oración de hoy nos dice claramente que es en el presente donde estamos a salvo:
“Hay un mundo real que el presente mantiene a salvo de todos los errores del pasado.”.
¡Padre, que ese mundo real se manifieste con nuestra docilidad a las enseñanzas que nos regalas cada día, y que seamos fieles cumplidores de Tu Perfecta Voluntad, para que el miedo lo reemplace el amor.
¡Amén!
Lecturas complementarias:
SEGUNDA PARTE: Introducción
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html
2. ¿Qué es el mundo real?
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/8-que-es-el-mundo-real.html
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