1. Velad conmigo, ángeles, velad conmigo hoy. Que todos los santos Pensamientos de Dios me rodeen y permanezcan muy quedos a mi lado mientras nace el Hijo del Cielo. Que se acalle todo sonido terrenal y que todos los panoramas que estoy acostumbrado a ver desaparezcan. Que a Cristo se le dé la bienvenida allí donde Él está en Su hogar, y que no oiga otra cosa que los sonidos que Él entiende y vea únicamente los panoramas que reflejan el Amor de Su Padre. Que Cristo deje de ser un extraño aquí, pues hoy Él renace en mí.
2. Le doy la bienvenida a Tu Hijo, Padre. Él ha venido a salvarme del malvado ser que fabriqué. Tu Hijo es el Ser que Tú me has dado. Él es lo que yo soy en verdad. Él es el Hijo que Tú amas por encima de todas las cosas. Él es mi Ser tal como Tú me creaste. No es Cristo Quien puede ser crucificado. A salvo en Tus Brazos, recibiré a Tu Hijo.
ORACIÓN:
Cristo en Mí
Cristo en Ti
Cristo en Nosotros
Cristo ya no es un extraño
Cristo ha nacido
y yace en “Su Hogar”
nuestro Hogar.
Y prevalece hoy el Hijo del Padre
para salvarnos del “malvado ser”
que fabricamos juntos.
Cristo nos ha sido dado
porque es lo que somos en verdad.
Y al ser amado “por encima de
todas las cosas”, somos amados
por el Padre con la misma intensidad.
Cristo es mi Ser, Padre,
y crucificado no está
porque yace en Tus brazos
para que nazca en mí
Su Santidad.
¡Amén!
Lecturas complementarias:
SEGUNDA PARTE: Introducción:
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segunda-parte-introduccion.html
2. ¿Qué es el Segundo Advenimiento?
https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/9-que-es-el-segundo-advenimiento.html


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