Powered By Blogger

lunes, 31 de marzo de 2025

Lección 90 (Repaso lecciones 79 y 80)



Segundo Repaso: Importante leer la introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segundo-repaso-introduccion.html


Éstas son las ideas que vamos a utilizar en este repaso:


1. (79) Que reconozca el problema para que pueda ser resuelto.


Que hoy me dé cuenta de que el problema es siempre alguna forma de resentimiento que quiero abrigar. Que también comprenda que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento. Hoy quiero recordar la simplicidad de la salvación reforzando la lección de que sólo hay un problema y sólo una solución. El problema es un resentimiento; la solución, un milagro.  E invito a la solución cuando perdono la causa del resentimiento y le doy la bienvenida al milagro que entonces ocupa su lugar.


2. Para las aplicaciones concretas de esta idea puedes usar las siguientes variaciones:


Esto supone un problema para mí que quiero que se resuelva.

El milagro que se encuentra tras este resentimiento lo resolverá por mí.

La solución de este problema es el milagro que el problema oculta.


3. (80) Que reconozca que mis problemas se han resuelto.


La única razón de que parezca tener problemas es que estoy usando el tiempo indebidamente. Creo que el problema ocurre primero, y que debe transcurrir cierto tiempo antes de que pueda resolverse. No veo el problema y la solución como acontecimientos simultáneos. Ello se debe a que aún no me he dado cuenta de que Dios ubicó la solución junto al problema, de manera que el tiempo no los pudiera separar. El Espíritu Santo me enseñará esto si se lo permito. Y comprenderé que es imposible que yo pudiera tener un problema que no se hubiera resuelto ya.


4. Las siguientes variaciones de la idea de hoy resultarán útiles para las aplicaciones concretas:


No tengo que esperar a que esto se resuelva.

Ya se me ha dado la solución a este problema, si estoy dispuesto a aceptarla.

El tiempo no puede separar este problema de su solución.


REFLEXIÓN:


Sólo hay un problema: el resentimiento. Sólo hay una solución: El milagro. La solución aparece cuando perdono y  el milagro ocupa el lugar del resentimiento. Podemos decir que el milagro del perdón es el generador de la paz en nosotros. ¿Qué más podemos desear cuando la paz es el centro de nuestra vida? Cuando no hay apegos sabemos que no necesitamos más para ser feliz. Y cuando estamos “cavilando” posibles soluciones para un conflicto que nos está llenando de resentimientos, estamos permitiendo que el tiempo nos separe de la solución. Parece que nos quieren decir que los resentimientos son “generadores” de un tiempo malgastado en tanto nuestra mente esté pensando en cómo solucionar un problema, pero si lo “aceptamos” genuinamente, ocurrirá un milagro y la solución aparecerá. Creo que lo vamos entendiendo: Entré más alimentemos los resentimientos más se alejará el milagro (solución del problema) de nosotros.


ORACIÓN:


Padre, que reconozca el problema para que pueda solucionarlo. A tu paz me acojo para que nada me aleje del “estado de presencia” en donde Tu habitas eternamente. Amén.


domingo, 30 de marzo de 2025

Lección 89 (Repaso lecciones 77 y 78)



Segundo Repaso: Importante leer la introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segundo-repaso-introduccion.html


Éstas son las ideas que vamos a repasar hoy:


1. (77) Tengo derecho a los milagros.


Tengo derecho a los milagros porque no me gobiernan otras leyes que las de Dios. Sus Leyes me liberan de todos mis resentimientos y los reemplazan con milagros. Aceptaré los milagros en lugar de los resentimientos, los cuales no son sino ilusiones que ocultan los milagros que se encuentran tras ellos. Ahora aceptaré solamente aquello a lo que las Leyes de Dios me dan derecho, de manera que pueda usarlo en beneficio de la función que Él me ha dado.


2. Puedes usar las siguientes sugerencias para las aplicaciones concretas de esta idea:


Detrás de esto hay un milagro al que tengo derecho.

No voy a abrigar ningún resentimiento contra ti, [nombre], sino que te voy a ofrecer el milagro al que tienes derecho.

Visto correctamente, esto me ofrece un milagro.


3. (78) ¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!


Mediante esta idea uno mi voluntad a la del Espíritu Santo y percibo las dos cual una sola. Mediante esta idea acepto mi liberación del infierno. Mediante esta idea expreso que estoy dispuesto a que todas mis ilusiones sean reemplazadas por la verdad de acuerdo con el plan de Dios para mi salvación. No haré excepciones ni substituciones. Lo que quiero es todo el Cielo y sólo el Cielo, tal como la Voluntad de Dios ha dispuesto que lo tenga.


4. Las variaciones que pueden resultar útiles a la hora de aplicar concretamente la idea son:


No quiero mantener este resentimiento separado de mi salvación.

[Nombre], dejemos que los milagros reemplacen todos nuestros resentimientos.

Detrás de esto se encuentra el milagro que reemplaza todos mis resentimientos.


REFLEXIÓN:


Sólo sin resentimientos hay milagros. Si tengo derechos también tengo deberes, lo uno es  inherente a lo otro. Cuando afirmo que “tengo derecho a los milagros”, también está implícita la idea de que “tengo deberes”, y esos deberes no son otros que dejar a un lado los resentimientos. Dicho así parece muy fácil, y  en verdad lo es, pero nos cuesta dejar los resentimientos a un lado, y esto es porque la mayoría de las veces queremos hacer valer nuestros derechos basados en el acto de juzgar, y al juzgar no vemos la realidad porque nos estamos parcializando y estamos “arrinconando” al “otro”, que es lo mismo que decirle que no tiene derechos. UCDM, nos dice que los milagros reemplazan los resentimientos cuando uno mi voluntad a la del Espíritu Santo. Cuando un milagro reemplaza un resentimiento sólo se puede manifestar el amor, porque eso es lo que somos ya que el Amor nos creó. Y el verdadero milagro no es la manifestación de algo material, o de una transformación física en nuestro cuerpo, sino la manifestación de ese sentimiento que hace que podamos amar a “otro” como así mismos.  En la Biblia podemos encontrar pasajes donde se nos confirma que Dios se manifiesta a través del amor porque Él es el Amor mismo: 


“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se perfecciona en nosotros”. (1 Juan 4:12).

“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”. (1 Juan 4:16).


Entonces el milagro al que tengo derecho se manifiesta cuando rectifico lo que eché  a perder en el “pasado”, por causa de mis errores, que no es otra cosa que el cúmulo de resentimientos producto de juzgar. Y al aceptar que mi voluntad se une a la del Espíritu Santo, puedo vivir el presente en libertad, bebiendo agua fresca del pozo del amor que Dios tiene inagotable para nosotros.


ORACIÓN:


Padre, hoy entiendo que dar y recibir es un acto de amor recíproco que me permite amar y ser amado, perdonar y ser perdonado. Que Tu Santo Espíritu guíe mis acciones para que mis ilusiones sean reemplazadas por la Verdad. Amén.


sábado, 29 de marzo de 2025

LECCIÓN 88 (Repaso lecciones 75 y 76)



Segundo Repaso: Importante leer la introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segundo-repaso-introduccion.html


Hoy repasaremos estas ideas:


1. (75) La luz ha llegado.


Al elegir la salvación en lugar del ataque, estoy simplemente eligiendo reconocer lo que ya está ahí. La salvación es una decisión que ya se tomó. El ataque y los resentimientos no existen como opciones. Por eso es por lo que siempre elijo entre la verdad y la ilusión; entre lo que está ahí y lo que no está. La luz ha llegado. Solamente puedo elegir la luz porque no hay otra alternativa. La luz ha reemplazado a la obscuridad, y ésta ha desaparecido.


2. Las siguientes variaciones pueden ser útiles para las aplicaciones concretas de esta idea:


Esto no puede mostrarme la obscuridad, pues la luz ha llegado.

Tu luz, [nombre] es lo único que quiero ver.

No quiero ver en esto más que lo que realmente se encuentra ahí.


3. (76) No me gobiernan otras leyes que las de Dios.


He aquí la perfecta declaración de mi libertad. No me gobiernan otras leyes que las de Dios. La tentación de inventar otras leyes y de permitir que me subyuguen me acecha constantemente. Sufro únicamente porque creo en ellas. Pero en realidad no me afectan en absoluto. Estoy perfectamente a salvo de los efectos de cualquier ley, excepto las de Dios. Y las Suyas son las leyes de la libertad.


4. Para las aplicaciones concretas de esta idea, las siguientes variaciones pueden resultar útiles:


Mi percepción de esto me muestra que creo en leyes que no existen.

Veo únicamente las Leyes de Dios operando en esto.

Que sean las Leyes de Dios las que operen en esto y no las mías.


REFLEXIÓN:


Hay coherencia cuando decimos “La luz ha llegado, y no me gobiernan otras leyes que las de Dios”. Nos salvamos cuando tomamos la decisión de no atacar, y sin ataque tampoco hay resentimientos. La luz aparece cuando el camino está despejado de rencores, de odios, de ilusiones. UCDM nos dice que sólo podemos elegir la luz porque no hay otra alternativa. Si es así, ¿por qué elegimos atacar? Quizás porque tenemos miedo, porque uno sólo puede atacar cuando tiene miedo. Eso me quedó muy claro a través de una experiencia que quiero compartir  porque me dejó una gran enseñanza: 


A finales del año 2019  el mundo estaba conmocionado por la alerta de la pandemia. Europa ya vivía los estragos de este virus, y en América empezábamos a vislumbrar su llegada. En mí país se vivía una crisis social que generó protestas de todos los gremios, desencadenando tal inconformismo que prácticamente el país entero salió a protestar. Grupos al margen de la ley aprovecharon esta situación para unirse a las protestas y generar pánico en la población civil. El día viernes 22 de noviembre, en horas de la tarde, a través de las redes sociales se regó la noticia de que la delincuencia estaba irrumpiendo en casas y conjunto residenciales para robar, aprovechando que la policía estaba ocupada en las marchas. Yo estaba con mi hijo, y desde mi apartamento, en un quinto piso, escuché a una persona con megáfono que pedía a los residentes salir para proteger las puertas de ingreso, porque la irrupción de los delincuentes era inminente, y debíamos protegernos porque la policía no daba abasto. Entré en pánico, nunca había sentido tanto miedo en mi vida, y creía que de repente iban a aparecer delincuentes armados para hacernos daño. Mi hijo me decía que no hiciera caso de eso, pero yo insistía en que debía ayudar. Finalmente no salí, pero seguía en pánico porque veía a algunos vecinos saliendo con palos, con ollas, y con cualquier cosa que les sirviera para defenderse. Recuerdo que marqué al número de la policía pero efectivamente nadie contestaba, y eso me hizo “confirmar” que era verdad lo que estaban diciendo por redes sociales. Llegó la madrugada y nada ocurrió. Luego, los “medios de comunicación” rectificaron la noticia aclarando que lo que había sucedido era que en un conjunto residencial, delincuentes habían aprovechado las protestas para entrar a robar, y alguien tergiversó la noticia a través de WhatsApp, y se propagó como pólvora que esto estaba ocurriendo en todo el país ocasionando caos. Los diferentes noticieros mostraban las imágenes de personas armadas con palos y todo tipo de artefactos custodiando su viviendas. Aunque esto fue un acto de desinformación de una persona irresponsable que no sabía lo que iba a causar, o quizás sí, dejó una sensación de rabia, burla, miedo, angustia y sobre todo vulnerabilidad. El caso es que en la madrugada del 23 de noviembre soñé  lo siguiente: “Abrí una puerta y vi a un joven, con pasamontañas, colgando de una cuerda, intentando ingresar al apartamento donde yo vivía. Sus dos manos agarradas del muro sostenían su cuerpo. Tenía frente a mí sus ojos negros brillantes, y lo poco que vi de su rostro me mostraba a un niño de 15 o 16  años. Yo sentía angustia porque sabía que si él lograba cruzar el muro nos iba a hacer daño. Tengo un sombrero en la mano y lo muevo como si fuera un abanico pensando que así podría espantarlo. Y como no se va, decido empujarlo:  agarro sus manos y las suelto del muro, y veo como cae al vacío, y oigo un estruendo en el primer piso. Siento angustia por lo que hice, y alguien me dice: Eso no estuvo mal, no se preocupe, era su vida o la de él…”. Me desperté angustiada y recordé el sueño, y por primera vez en mi vida pude interpretar un sueño con sólo recordarlo, y lo primero que vino a mi mente fue esta frase: “Uno ataca cuando tiene miedo”. Y sí, en ese sueño no me importó que quien estaba frente a mí era un niño, sino que era un potencial enemigo y el miedo me hizo creer que tenía que hacerlo a un lado. El mensaje del sueño me quedó muy claro: Sólo quien tiene miedo ataca.


ORACIÓN:


Padre, que sean tus leyes las que gobiernen mi vida. Que el miedo no me hunda en la oscuridad y que tu luz disipe las sombras que me impiden vivir en libertad. Amén.


viernes, 28 de marzo de 2025

Lección 87 (Repaso lecciones 73 y 74)



Segundo Repaso: Importante leer la introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segundo-repaso-introduccion.html


Nuestro repaso de hoy abarcará estas ideas:


1. (73) Mi voluntad es que se haga la luz.


Hoy haré uso del poder de mi voluntad. No es mi voluntad andar a tientas en la obscuridad, temeroso de las sombras y amedrentado por cosas invisibles e irreales. La luz será mi guía hoy. La seguiré allí donde me lleve y contemplaré únicamente lo que me muestre. Éste será el día en que experimentaré la paz de la verdadera percepción.


2. Las siguientes variaciones de esta idea pueden ser útiles para las aplicaciones concretas:


Esto no puede ocultar la luz que es mi voluntad ver.

(Nombre], estás en la luz junto conmigo.

En la luz esto se verá de otra manera.


3. (74) No hay más voluntad que la de Dios.


Hoy estoy a salvo porque no hay más voluntad que la de Dios. Siento miedo sólo cuando creo que hay otra voluntad. Trato de atacar únicamente cuando tengo miedo, y sólo cuando trato de atacar puedo creer que mi eterna seguridad está siendo amenazada. Hoy reconoceré que nada de esto ha ocurrido. Estoy a salvo porque no hay más voluntad que la de Dios.


4. Las siguientes son algunas variaciones de la idea que pueden ser útiles para las aplicaciones concretas:


Percibiré esto en conformidad con la Voluntad de Dios.

La Voluntad de Dios, así como la mía, es que tú, [nombre], seas Su Hijo.

Esto es parte de lo que la Voluntad de Dios ha dispu­esto para mí, independientemente de cómo lo vea.


REFLEXIÓN: 


¿Por qué si sabemos que no hay más voluntad que la de Dios, sentimos miedo de hacer su voluntad?  Al hacer la voluntad de Dios nos estamos asegurando no sólo de hacer lo correcto, sino de que estamos haciendo nuestra propia voluntad. Quizás el miedo es por los apegos que tenemos, y aunque muy en el fondo sabemos que esos apegos nos están haciendo daño, no queremos soltarlos porque nos hemos acostumbrado a ellos, o porque nos generan placer, o porque cubren nuestras necesidades materiales producto de las ilusiones que hemos creado con ayuda del ego.


UCDM, dice que sentimos miedo  cuando creemos que hay otra voluntad, pero normalmente la única voluntad que deseamos que se haga es la de nosotros. Quizá podemos hacer la voluntad de nuestros padres, de nuestras parejas sentimentales, de nuestros amigos, etc., pero eso es otra cosa, eso tiene que  ver con nuestro carácter y cómo lo gestionamos  al permitir o no,  que otros nos digan lo que tenemos que hacer. Pero la voluntad de Dios es primordial porque de eso depende no sólo que podamos llevar a cabo nuestro propósito en este mundo, sino que hacer su voluntad no es una imposición porque ante todo se respeta nuestro libre albedrío, y por eso somos responsables de todo lo que nos sucede. Y ser responsables implica asumir las consecuencias de nuestras acciones sin buscar culpables. Si yo hice “mi voluntad” sin tener en cuenta la “Voluntad de Dios”, con el tiempo me voy a sentir culpable si las cosas no van como yo quería (no diremos que mal). Pero si yo acepto hacer la voluntad de Dios, sea lo que sea que suceda, sabré que era lo correcto y lo mejor que podía pasar, y entonces sobrevendrá un estado de paz y tranquilidad sin importar si me gusta o no el resultado de las cosas, ya que el tiempo nos mostrará el por qué  todo sucedió así. Cada uno de nosotros sabe cuándo ha tomado decisiones guiadas por la voluntad de Dios, y  cuándo  han sido motivadas por un impulso, pero como cada día es una nueva oportunidad, tenemos la guía del Espíritu Santo que nos inspira a decir: “Mi voluntad es que se haga la luz, porque no hay más voluntad que la de Dios”.


ORACIÓN:


Padre, mi voluntad es ver la luz, y compartirla  con mis hermanos, y ante cualquier adversidad o prueba por la que tenga que pasar, decido asumirla en conformidad con Tu voluntad. Amén.


jueves, 27 de marzo de 2025

Lección 86 (Repaso lecciones 71 y 72)



Segundo Repaso: Importante leer la introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segundo-repaso-introduccion.html


Éstas son las ideas para el repaso de hoy:


1. (71) Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito.


Es inútil que ande buscando febrilmente la salvación por todas partes. La he visto en muchas personas y en muchas cosas, pero cada vez que traté de alcanzarla no estaba allí. Estaba equivocado con respecto a dónde se encuentra. Estaba equivocado con respecto a lo que es. Ya no emprenderé más búsquedas inútiles. Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito. Y me regocijaré porque Su plan jamás puede fallar.


2. Éstas son algunas de las variaciones que se sugieren para las aplicaciones más concretas de la idea:


El plan de Dios para la salvación me librará de mi percepción de esto.

Esto no es una excepción al plan de Dios para la salvación.

Quiero percibir esto únicamente a la luz del plan de Dios para la salvación.


3. (72) Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación.


Abrigar resentimientos es un intento de probar que el plan de Dios para la salvación fracasará. Sin embargo, sólo Su plan puede tener éxito. Al abrigar resentimientos, por lo tanto, estoy excluyendo de mi conciencia mi única esperanza de salvación. Mas no quiero seguir yendo en contra de mis propios intereses de esta manera tan descabellada. Quiero aceptar el plan de Dios para la salvación y ser feliz.


4. Las aplicaciones concretas de esta idea pueden hacerse utilizando las siguientes variaciones:


Según contemplo esto estoy eligiendo entre la percepción falsa y la salvación.

Si veo motivos en esto para abrigar resentimientos, no veré motivos que justifiquen mi salvación.

Esto es un llamamiento a la salvación, no al ataque.


REFLEXIÓN:


¿Cuándo fue que escuchamos por primera vez que Dios tenía un plan de salvación para nosotros? Creo que la mayoría coincidimos en que lo aprendimos cuando éramos niños, y nos contaban la historia del pecado original, y que por ese motivo Dios creó un plan para reivindicar a la humanidad, porque a causa del pecado de Adán y Eva, nosotros nacíamos con ese pecado original, y por eso se crearon los sacramentos, cuyo objetivo era limpiarnos de ese pecado, etc. El caso es que en ese plan nunca estuvimos nosotros como protagonistas sino más bien como antagonistas, como los malos del paseo, y Jesús siempre fue nuestra esperanza, pero para nosotros parecía imposible ser “cercanos” a un Dios hecho hombre que venía a salvarnos. Creo que nos permitieron adorarlo a través de las imágenes y los ritos, pero quienes iniciamos el camino de UCDM, descubrimos, con alegría, que ya no somos los antagonistas de esa historia, sino que somos copartícipes de esa salvación, y nos podemos llamar con orgullo “santos hijos de Dios”, porque se nos ha mostrado que también podemos ser la “luz del mundo”, con una sola acción: ¡No abrigar resentimientos! Y aunque es lo único que se nos pide, no es tan fácil de hacer porque habíamos creído, por mucho tiempo, que “salvarnos” era casi imposible, y era una opción a la que muy pocos seres humanos podían acceder. Así que nuestra tarea es creer firmemente en nuestra condición de genuinos hijos de Dios, dispuestos a no atacar “el plan de Dios para la salvación” eligiendo no juzgar para no abrigar resentimientos y poder ser parte activa de dicho plan.


ORACIÓN:


Padre, mi percepción falsa nace de mi propensión a juzgar, y como esa es mi única esperanza de salvación, hoy acepto percibir las cosas a la luz del plan que has trazado para salvarme. Amén.


miércoles, 26 de marzo de 2025

Lección 85 (Repaso lecciones 69 y 70)



Segundo Repaso: Importante leer la introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segundo-repaso-introduccion.html


El repaso de hoy abarcará las siguientes ideas:


1. (69) Mis resentimientos ocultan la luz del mundo de mí.


Mis resentimientos me muestran lo que no está ahí y me ocultan lo que quiero ver. Habiendo reconocido esto, ¿para qué los iba a querer? Mis resentimientos me mantienen en la obscuridad y ocultan la luz. Los resentimientos y la luz no pueden coexistir, pero la luz y la visión tienen que unirse para yo poder ver. Y para poder ver tengo que desprenderme de mis resentimientos. Quiero ver, y ése será el medio por el que lo lograré.


2. Las aplicaciones concretas de esta idea podrían hacerse de la siguiente manera:


Que no haga de esto un obstáculo a la visión.

La luz del mundo desvanecerá todo esto con su resplandor.

No tengo necesidad de esto. Lo que quiero es ver.


3. (70) Mi salvación procede de mí.


Hoy reconoceré dónde está mi salvación. Está en mí porque ahí es donde está su Fuente. No ha abandonado su Fuente, por lo tanto, no pudo haber abandonado mi mente. Dejaré de buscarla fuera de mí mismo. No es algo que se encuentre afuera y luego tenga que traerse dentro. Se extenderá desde dentro de mí, y todo aquello que vea no hará sino reflejar la luz que brilla en mí y en sí misma.


4. Las siguientes variaciones de la idea son apropiadas para las aplicaciones más concretas:


Que esto no me tiente a buscar mi salvación fuera de mí mismo.

No permitiré que esto interfiera en la conciencia que tengo de la Fuente de mi salvación.

Esto no puede privarme de la salvación.


REFLEXIÓN:


Los resentimientos son contrarios a la luz, no nos permiten ver, y nos inducen a buscar  la salvación fuera de nosotros. Al ocultarse la luz del mundo de nosotros, vemos las ilusiones que ha creado el ego, y por eso al juzgar estamos viendo algo que no existe. Creo que ahora se nos puede hacer más fácil saber  cuando los resentimientos tienen el control de nuestra vida, y es cuando nos creemos con derecho a juzgar algo o a alguien. Ahí la luz del mundo está oculta para nosotros, y es cuando se nos pide que permitamos que la luz y la visión se unan para poder ver. La luz es la ausencia de resentimientos, y la visión es la presencia del Amor que nos permite ver las cosas tal como son, y cuando “son como son” no hay atisbo de resentimientos, no soy ni víctima ni victimario, y nada fuera de mí me puede perturbar la paz que ha nacido de la visión.  Para entenderlo mejor, son esos momentos en que nada puede molestarme, y no porque todo esté “bajo mi control”, sino porque estoy en estado de presencia sin juzgar, sin lamentar, sin querer encontrar una explicación, sino simplemente estoy en el mundo, y lo acepto y puedo vivir en él porque sólo lo observo sin aprobar o reprobar. En ese momento puedo decir que “mi salvación procede de mí”.


ORACIÓN:


Padre, mis resentimientos me atrapan en las ilusiones del ego, y me ocultan la luz de la verdad. Hoy me  desprendo de mis resentimientos porque quiero ver, quiero que la luz brille en mí y se extienda a toda la creación. Amén.


martes, 25 de marzo de 2025

Lección 84 (Repaso lecciones 67 y 68)



Segundo Repaso: Importante leer la introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segundo-repaso-introduccion.html


Éstas son las ideas para el repaso de hoy:


1. (67) El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.


He sido creado a semejanza de mi Creador. No puedo sufrir, no puedo experimentar pérdidas y no puedo morir. No soy un cuerpo. Hoy quiero reconocer mi realidad. No adoraré ídolos ni exaltaré el concepto que he forjado de mí mismo para reemplazar a mi Ser. He sido creado a semejanza de mi Creador. El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.


2. Las siguientes variaciones te pueden resultar útiles para las aplicaciones concretas de la idea:


Que no vea en esto una ilusión de mí mismo.

Mientras contemplo esto, quiero recordar a mi Creador.

Mi Creador no creó esto como yo lo estoy viendo.


3. (68) El amor no abriga resentimientos.


Los resentimientos son algo completamente ajeno al amor. Los resentimientos atacan al amor y obscurecen su luz. Si abrigo resentimientos estoy atacando al amor y, por ende, atacando mi Ser. De este modo, mi Ser se vuelve un extraño para mí. Estoy decidido a no atacar a mi Ser hoy, de manera que pueda recordar Quién soy.


4. Estas variaciones de la idea te resultarán útiles para las aplicaciones concretas:


Esto no justifica el que niegue a mi Ser.

No me valdré de esto para atacar al amor.

No dejaré que esto me tiente a atacarme a mí mismo.


REFLEXIÓN:


Hoy vino a mi mente la frase: “hemos sido enviados”. Sí, cuando  estaba leyendo que hemos sido creados a semejanza de nuestro creador, que no podemos sufrir, que no podemos experimentar pérdidas y que no podemos morir porque no somos cuerpo, es porque  “fuimos enviados” a un mundo donde era necesario tener un cuerpo para poder ser parte de él, pero por alguna razón, que tal vez no es necesario comprender, perdimos la memoria de quiénes éramos, de dónde veníamos, y cuál era nuestra misión. Y si no recordamos todo esto, es porque necesitamos de un poco de humildad  para cumplir con nuestro propósito en este mundo, y por eso para darnos un aliento nos recuerdan que el “Amor” nos creó a semejanza de “Sí Mismo”, y es una forma de reconfortar nuestro espíritu abatido por tantas desilusiones, por tanto sufrimiento, y por sentirnos perdidos en un mundo que no nos ofrece la paz que alguna vez conocimos antes de ser enviados. Y cuando nos dicen que “el amor no abriga resentimientos” no sólo nos están mostrando que éstos nos alejan del amor porque son sentimientos contrarios, sino que nos  recuerdan que somos, esencialmente, amor, porque el mismo “Amor” nos creó, y nos envió con una única misión, igual para todos, sin importar que dones vamos a desarrollar  cada uno para lograrlo: Propagar el amor.


ORACIÓN:


Padre, me creaste a Tu imagen y semejanza, y en el camino he forjado ilusiones que me han apartado de encontrar mi verdadero propósito en este mundo. Que por la gracia de llamarme tu hijo, pueda encontrar el camino de regreso al Amor. Amén.


lunes, 24 de marzo de 2025

Lección 83 (Repaso lecciones 65 y 66)



Segundo Repaso: Importante leer la introducción:

https://uncursodemilagroscadadia.blogspot.com/p/segundo-repaso-introduccion.html


Hoy repasamos estas ideas


1. (65) Mi única función es la que Dios me dio.


No tengo otra función salvo la que Dios me dio. Este reconocimiento me libera de todo conflicto porque significa que no puedo tener metas conflictivas. Al tener un solo propósito, siempre estoy seguro de lo que debo hacer, de lo que debo decir y de lo que debo pensar. Cualquier duda no puede sino desaparecer cuando reconozco que mi única función es la que Dios me dio.


2. Las aplicaciones más concretas de esta idea podrían hacerse con las siguientes variaciones:


Mi percepción de esto no altera mi función.

Esto no me confiere una función distinta de la que Dios me dio.

No me valdré de esto para justificar una función que Dios no me dio.


3. (66) Mi función y mi felicidad son una.


Todas las cosas que proceden de Dios son una. Proceden de la Unicidad y tienen que ser recibidas cual una sola. Desempeñar mi función es mi felicidad porque ambas cosas proceden de la misma Fuente. Y debo aprender a reconocer lo que me hace feliz, si es que he de encontrar la felicidad.


4. Algunas variaciones útiles para aplicar concretamente esta idea podrían ser:


Esto no puede separar mi felicidad de mi función.

La unidad que existe entre mi felicidad y mi función no se ve afectada en modo alguno por esto.

Nada, incluido esto, puede justificar la ilusión de que puedo ser feliz si dejo de cumplir mi función.


REFLEXIÓN: 


Dios nos ha asignado una tarea, una responsabilidad, o una función, que es como nos enseña UCDM, cuya meta es liberarnos del conflicto. Esta función es nuestro único propósito que nos da la seguridad de ir por el camino correcto, o como nos dicen hoy: “siempre estoy seguro de lo que debo hacer, de lo que debo decir y de lo que debo pensar”.  Cuando tengamos dudas es una señal de que no hemos reconocido la función que Dios nos dio. La felicidad, al contrario, es una señal de que hemos reconocido nuestra función porque ambas proceden de la misma “Fuente”. 


Luego de repasar las lecciones y escribir esto, me preguntaba ¿qué es la felicidad? y ¿qué la diferencia de la alegría? Sabemos que la alegría es un estado pasajero que surge cuando algo sale bien en nuestra vida, cuando recibimos un regalo, cuando recibimos buenas noticias, cuando a un ser querido le acontece algo bueno, etc. La felicidad deberá ser entonces un estado permanente o duradero, que no depende de que nos sucedan cosas buenas, sino más bien de la aceptación de nuestra vida tal como es.  O quizás, la felicidad es un estado que sólo conseguiremos después de trascender y despojarnos de este cuerpo físico, porque estamos de paso y nuestro hogar está allí donde Dios permanece esperándonos. ¿Es acaso la alegría un asomo de felicidad? Tal vez por vivir en un mundo que cambia constantemente, experimentamos la alegría de la misma manera, para poder sobrellevar este lugar mientras alcanzamos nuestro estado original que nos otorga la verdadera felicidad.  Cumplir nuestro propósito nos da la felicidad, que seguramente se experimentará de verdad si también soltamos los apegos, pues quien tiene apegos no puede ser feliz.


ORACIÓN:


Padre, me has dado una función que me libera de los conflictos y me otorga la verdadera felicidad. Permite que mi tránsito por este mundo esté guiado por el reconocimiento de mi propósito, para que la duda no me aleje de ser parte de Tu Unicidad. Amén.


LECCIÓN 348: Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu Gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba.

1. Padre, que recuerde que Tú estás aquí y que no estoy solo, pues estoy rodeado de un Amor imperecedero. No hay razón para nada, excepto p...

Lo más visto